Seguidores

viernes, 30 de noviembre de 2012

Nada es lo que parece ser.

Presentación del libro "NADA ES LO QUE PARECE SER" de Sofía Santana Umpiérrez - YouTube
Holaa a todosss mis queridos lectores, de verdad siento no haber subido nada en bastante tiempo, pero la verdad, me han pasado muchas cosas, y si os digo la verdad, las ganas de escribir cada vez son menores.
No voy a dejar de subir, eso lo prometo, pero tengan paciencia porque mi vida ahora mismo no es especialmente fácil.
Lo primero que quiero es decirles que hice la primera presentación de mi libro, y fue simplemente sensacional, no os adelanto nada así veis vosotros como fue.
Luego, después de eso, también he tenido varias entrevistas, he salido por la tele, periódicos y radios, pero solo de mi isla. Aquí os dejo unas pocas cosas, por si os interesa, un beso a todos, y tengan paciencia que cuando me recupere de esto subiré todas las semanas.

http://www.laprovincia.es/gran-canaria/2012/11/02/escritora-exito-15-anos/494448.html
http://vimeo.com/53622737

viernes, 12 de octubre de 2012

Capítulo 6. Precisamente tú.


Capítulo 6.

Holaa a todos, de verdad, de verdad, de verdad, que siento la tardanza de este capítulo, pero he estado muy ocupada, que si el principio de las clases, que si mi libro a la venta, que si estoy adelgazando e intentando hacer deporte todos los días... La verdad que mi tiempo es bastante pequeño, pero aquí, como tengo un puente, os dejo el capítulo que muchos estaban esperando. 
Sé que no es gran cosa, pero espero que os sirva hasta la próxima vez que suba. 
Bss

Leslie:
Alguien toca en la puerta y entra. Borja entra con unos papeles en las manos, mira la estancia detenidamente, me encuentra justo enfrente de él y me sonríe.
-Ese es el chico de antes… ¿Qué hace aquí?-pregunta Cassie mirando de arriba abajo a mi hermano, yo me encojo de hombros y le miro. La verdad que está muy guapo, todo vestido de marca y con esos pitillos grises que tan bien le quedan.
-Gracias.-María se acerca a él con una sonrisa y lo agarra por la cintura, llevándolo al centro de la estancia, dejándole en mitad de las sillas y el escenario. Mira las paredes moradas y a su espalda, donde desde el cañón se ve reflejado las cosas del ordenador. Oigo muchos cuchicheos, de: “¿Quién es ese?, está muy bueno, ¿en qué clase estará?, ¿es nuevo?...-Chicos, os presento a vuestro nuevo compañero, Borja Adams.-más murmullos y grititos. Me hace bastante gracia la reacción que tienen todos ante él, incluso los tíos, que lo inspeccionan, intentando descifrar si es simpático o no.-Yo soy María, y soy la profesora de inglés además de tu tutora, soy bastante divertida y guapa.-dice apartándose de Borja y extendiendo las manos para que la vea, él se limita a esbozar una sonrisa y los demás una carcajada, ella se encoje de hombros. Realmente es muy divertida, y la mejor profesora que jamás tendré.-A ver, tu cuenta algo más sobre ti.
-Me llamo Borja Adams como tú bien has dicho, tengo 16 años, me gusta la música, el boxeo, las fiestas, pasármelo bien, ir a comprarme ropa… Soy muy creído, pasota, con mal carácter, según algunos lo último que harían sería meterse conmigo, otros dicen que soy un prepotente. De mi vida… soy adoptado.-todos se quedaron mirándolo, sobre todo por la pose chulesca y por lo último. Hubieron varios comentarios acerca de lo bien que se lo tomaba todo.- ¿Puedo sentarme?-María niega con la cabeza.
-Ahora les toca a los demás.-todos se van presentando lentamente, haciendo que la hora pase rápido. Cuando me doy cuenta solo quedamos cinco que presentarnos y justo le tocaba a quien más odio.
-Hola, mi nombre es Bárbara, tengo catorce años, me encanta el reggaetón y bailar.-“como una puta” terminé yo en voz baja, causando la risa de Cassie.-Soy orgullosa, divertida, simpática, extrovertida y abierta.-“de piernas” volví a susurrar, Cassie estalla en carcajadas y Bárbara nos mira con cara de asco.- ¿Qué demonios es tan gracioso?-niego con la cabeza, escondiéndome un poco en mi haciendo y soltando un par de carcajadas.
-De nada.-digo mirándola con una sonrisa.
-Bárbara tranquilízate.-la profesora nos mira, intentando poner una cara de enfado, pero simplemente ella no es capaz de poner esa cara.
-Se está riendo.
-No de ti....-poco me falto para soltar una palabra hiriente. Realmente odio a esa chica.
-¿Lo ves? Para ya. Preséntate tu Leslie.
-Me llamo Leslie Adams, nací aquí, tengo catorce años, me encanta la música y escribir.-me siento ridícula al presentarme a mi hermano.-Soy tímida con los que no conozco, divertida, humilde, empática, muy poco sociable y tengo un gran problema para mantener mi boca y mi carácter a raya.-mi hermano me mira con una sonrisa torcida. ¡Se está riendo de mí! Le fulmino con la mirada y el simplemente enternece la mirada. Idiota.
-Yo soy Cassie.-empieza ella con una sonrisa deslumbrante.-Tengo quince años, mi madre es finlandesa y mi padre canario, adoro la música, a Mcfly y reírme con mis amigos.-Borja no me quita los ojos de encima, pero mi mejor amiga sonríe cada vez más al pensar que esa encantadora sonrisa está dirigida a ella.-Soy divertida, alocada, sociable, sensible, cariñosa y con un carácter un poco fuerte. Creo que lo mejor que puede hacer alguien en un día es reírse y pasarlo bien.-Borja asiente cuando ha terminado. Las tres personas que quedan se presentan y cuando la última se ha presentado, la clase ya ha terminado. Definitivamente esto de que haya alguien nuevo es bueno.
Mi hermano coge la mochila, la cual había dejado encima de la mesa del profesor, y en menos de un minuto, es acorralado por los chicos. Yo dejo de mirarlo, dándome cuenta de que como siga así alguien me va a ver y va a pensar o que soy una psicópata o que algo pasa.
-¿Cassie? ¿Hay alguien ahí?-le digo pasando mi mano por delante de sus ojos.
-Leslie, está muy bueno… Esos labios ¡Dios le hago padre!-me río a carcajadas, ella nunca cambiaría.
-Vámonos a clase, anda, deja de babear que voy a tener que traer una fregona.
-¿De verdad no te atrae?
-Es guapo, pero sabes cómo soy.-ella asiente y empieza a caminar a mi lado.
-Solo te fijas en el interior.-termina la frase por mí.
-Ahá.-subimos las escaleras y entramos a clase. Me dirijo a mi sitio, que está delante del de Joe y Cassie, que son mis mejores amigos. Ellos se sientas juntos y yo sola, con una mesa al lado que siempre está libre ya que no muchas personas quieren sentarse conmigo.
La clase es de pareces verdes y blancas, es una de las pocas clases en el instituto que tiene la puerta de hierro, eso se debe a que dentro hay un cañón para reproducir videos o cualquier cosa que queramos, unos altavoces y también tienen unas persianas nuevas. En cierto modo se puede decir que somos los privilegiados del instituto, ya que siempre tenemos la mejor clase, nos tratan un poco mejor y nuestras lecciones son en inglés.
La profesora de naturales entra a clase, deja su bolso en la mesa, y sale del aula para hablar con María. Ésta le explica un poco sobre Borja y Elena, la profesora de naturales asiente con una sonrisa, le dice algo y luego cierra la puerta, dejándonos a todos un poco intrigados.
-¿Será simpático? Parece que sí, pero como dijo también es un creido.-Cassie cotorrea detrás de mí y yo me giro, mirándola con una ceja levantada.-A partir de ahora no me va a costar tanto levantarme por las mañanas.-yo suelto una carcajada y Joe la mira con cara de: ¿En serio, Cassie?, ella se encoge de hombros y observa como la profesora y el nuevo alumno entran.
-Bueno, ya sé que lo conocéis y espero que os portéis bien con él.-le mira y le sonríe.-Siéntate con…-se para y me mira.-Con Leslie.
Todas mis compañeras me fulminan con la mirada, incluso mis amigas, yo simplemente paso de ellas y me paso de asiento, poniéndome en el que está al lado de la pared.
-Parece que me vas a tener que soportar hasta en el instituto.-me dice en el oído mientras se gira para coger las cosas. Seguramente para el resto del mundo solo se estaba girando, y no comunicándose conmigo.
-Te elegí, eres mi hermano, y estoy encantada de que te sientes a mi lado, así no estoy sola.
-No me parece justo que lleves sola todo el curso, ya estamos a finales de noviembre, ¿llevas sola desde Septiembre?
-No, antes me sentaba con Cassie.-respondo, señalando con la cabeza a la persona que tiene todos los sentidos puestos en nosotros.
-¿Tu mejor amiga, cierto?
-Sí.
-Se nota que os queréis, parece que no os separáis mucho.
-No.-sonrío.-Acostúmbrate a verla por casa, eso sí, por favor escóndete cuando venga.
-Lo que usted diga, comandante pequeña comadreja.-intento contener la risa para que nadie me oiga, pero mi intento sale fallido y una estrepitosa carcajada se cuela por mi garganta. Borja sonríe triunfante y yo luego le fulmino con la mirada al sentirme intimidada por mis compañeros.
Las horas pasan rápido y la última hora llega, Borja ha hecho muchos amigos y parece que se lleva bien con todo el mundo. La profesora de lengua ha faltado y me siento en mi sitio mientras Joe está con Charles, y Cassie con las demás, yo realmente me siento un poco mal. Como siempre, siento que todo lo que pasa a mí alrededor es ajeno a mí, y otra vez, todo me hace sentir mal. Yo no pertenezco a este sitio, pero si no pertenezco a este lugar ¿a dónde pertenezco si no?
Cuando empiezo a sentir que los ojos me queman, me arden, agacho la cabeza, como si estuviera leyendo, y concentro todo mi ser, en no llorar.
-Ven.-levanto la cabeza y veo a Borja mirándome enternecido, creo que él sabe lo que me pasa.-No estés sola, ven conmigo, pequeña.-me levanto, saltando en sus brazos y recuerdo todo lo que ha hecho por mí. Solo me habrá abrazado mientras lloro, pero es la única persona que lo ha hecho.-No estás sola pequeña, me tienes a mí.- ¿Algún problema?-pregunta cuando se separa y todos nos están mirando. Todos se encogen de hombros y siguen a lo suyo y justo cuando me voy a sentar, una bola de alambre, vuela en dirección a mi cara -Por si no os habéis dado cuenta ya, aquí, vuela de todo.- y antes de que se estampe, Borja con un movimiento la atrapa en la mano y se acerca con paso lento pero decidido al matón de la clase. Steve. 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mi libroo!

Bueno, sé que hace tiempo que no me paso por aquí, pero la verdad es que he estado un poco liada. Han empezado las clases, hace mucho calor, hay muchos deberes, poco tiempo y eso hace que para escribir sea casi imposible, les prometo que lo antes posible subiré, pero por favor, os ruego que tengáis paciencia conmigo. Me he creado un Facebook, para quien le interese, no tengo fotos ni nada y además también tengo una página, que es Sofía Santana Umpierrez, la página también es así, pero no la llevo yo y aparte entre paréntesis también pone (Escritora).
Bueno, esta entrada la hago para las personas que le interese saber de mi libro. Se llama "Nada es lo que parece ser" es de la editorial United P.C. y salió a la venta el 18-09-12, osea hace muy poquito. Cuesta 20,90€, se que es un poquito caro, pero intenté negociar el precio y me dijeron que yo tenía que pagar la diferencia, y la verdad, estamos en crisis y no tengo para regalar más de 500€. Si lo queréis conseguir, tenéis que ir a una editorial, dar el ISBN que es este: 978-84-9015-288-1 y el número de teléfono para que la librería pueda comunicarse con la editorial: 971 706 748. 
Espero que leáis el libro, que os guste y que me deis vuestra opinión. No esperéis mucho, lo escribí con 13 años y lo tuve que corregir yo y una amiga. Lo que escribo ahora está un poquitín mejor.

miércoles, 15 de agosto de 2012

NO ES UN CAPÍTULO, ES UNA PREGUNTA! :D

Bueno, hola a todos, quería haceros una pregunta, porque a ver, tengo otra historia Sin corazón, pero su actual prólogo no me convence, entonces cree otro, y me gustaría que leyerais los dos prólogos y dierais vuestra opinión, un beso y gracias. 
Actual prólogo: 

Nunca he sido igual que las demás, solo he sido un bicho raro, o puede que ni siquiera eso, no sé si en ese grupo me aceptarían, solo sé, que he estado sola. Jamás me han dado la oportunidad de estar en un grupo, siempre me han excluido sin apenas conocerme, no se cual es el significado de la amistad y mucho menos sé el del amor. Soy rara, lo admito, pero solo por el exterior,  que me guste vestir de negro y ocultarle mi rostro a la gente no significa que me tengan que marginar ¿o sí? Ya sé, puede que de miedo, ¿pero nunca se han parado a pensar que realmente solamente lo hago por… miedo? Vale, vale, no tiene mucho sentido, si ellos me tienen miedo a mí, ¿por qué les tengo miedo yo a ellos? Esa es la pregunta que pasa por tu mente ¿verdad? Pues fácil, se puede decir que ellos son una especie totalmente ajena a mí, aunque científicamente seamos la misma.
Me llamo Beatriz, tengo quince años, mi pelo es largo, ondulado y negro, mis ojos azul claro, con unas motitas plateadas, para mi gusto son mi punto débil, me gustan, pero siento que cualquiera que me miré a los ojos ve mi alma, y eso, lo odio, no quiero que vean que soy demasiado tímida y miedosa. Mi nariz es recta y mis labios finos y rojos, que destacan demasiado con mi piel blanca. Soy alta y tengo una buena figura que siempre está tapada con alguna chaqueta holgada, aunque eso es solo para la parte de arriba, porque para la parte de abajo siempre utilizo o vaqueros muy ajustados o pantis con unas botas de militar. Como he dicho antes todo, absolutamente todo, es negro.
Vivo sola con mi madre, mi padre es un cretino que la abandono. Nunca lo llegué a conocer, y creo que es mejor así, de este modo no tengo que sufrir por él. ¿Sabéis? Creo que mi vida es una mierda por su culpa, mi madre no es de las que van llorando por las esquinas porque su marido la dejó, aunque tampoco la culparía por ser así. Mi madre es muy fuerte y siempre tiene una sonrisa para reconfortarme aunque realmente yo nunca la he necesitado. Ella solo me tiene a mí y yo, solo la tengo a ella.
¿Sabéis cual es mi mayor secreto? No tengo pulso, jamás, nadie me lo ha encontrado, pero supongo que eso es imposible, ya que si no estaría muerta. Mi madre lo único que dice al respecto es que los médicos son unos incompetentes, aunque yo creo que ella intenta ocultarme algo. ¿El qué? No lo sé, vete tú a saber si son solo paranoias mías. Aunque la verdad es que tengo razones para pensarlo, ya que siempre que saco el tema ella se pone muy, pero que muy nerviosa. ¿Será que lo heredé de mi padre?
Bueno empieza mi historia, una que puede que te lleve a un mundo extraño, aunque puede que no te lleve a ningún sitio. 
Nuevo prólogo:
Muchas veces pensamos que tenemos la vida hecha, que no va a pasar nada improvisado, que simplemente pasará lo que nosotros deseamos, lo que le pasa a todos. Que tendremos una vida monótona y sin emociones fuertes. Pero no siempre es así, no siempre todo es lo que soñamos algún día. A lo mejor la vida quiere darte una sorpresa, que mires lo que haces, que protejas lo que tienes, que no te asientes y pienses que todo te va a llegar por la más mínima cosa que hagas… La vida, simplemente te cambia la monotonía cuando menos te lo esperas.
Me llamo Beatriz y siempre pensé que mi vida iba a desarrollarse entre estudios, odio y soledad, que a la única persona que tendría como compañía sería a mi madre Keila. Que lo único que haría cada mañana al despertar sería ir al instituto y soportar a todos esos adolescentes con las hormonas revolucionadas y con ganas de pelea o fiesta, y que cuando el instituto y la universidad terminasen, solo iría a trabajar para mantener a una madre que me lo ha dado todo sin ella tener nada. Supongo que por conformarme y no hacer absolutamente nada, sino satisfaciéndome con solo poder respirar cada día. La vida, me cambió.
La única cosa que supongo que siempre he sabido con certeza es que mi corazón, nunca empezó a latir. Supongo que cuando naces con algo, que a los demás le parece insólito, increíble, o estúpido, tú simplemente lo ocultas y en algún momento del trayecto que es la vida, se te olvida. Nadie nunca me encontró el pulso, nadie nunca vio mi corazón palpitar, todos me dijeron que mi corazón estaba helado y simplemente me hice a la idea y me olvide de eso.
El médico, no le encontró sentido, mi madre, no quería hablar del tema y yo, sin saber qué hacer, me aislé de todos, obviando que el ser humano necesita cariño. Me convertí en la niña de hielo, la cual todos huyen, me convertí en alguien sarcástico, quien nunca mira a los ojos. Me convertí en alguien a quien todos temen.
Tengo quince años, mis ojos son del color del hielo a la luz del sol y de un azul claro con motitas plateadas en la oscuridad. No dejo que nadie los vea, solo mi madre y algún que otro profesor, no quiero que vean mi alma, no quiero que vean que estoy rota por haber crecido solo con mi madre, la cual amo más que a nada, ya que es la única que realmente conoce mi lado “amable”. Tengo el pelo negro y ondulado, la piel blanca como la nieve y los labios rojos como el fuego. Visto de negro y soy lo que todo el mundo conoce como gótica.
Ahora, os digo algo. Mi existencia cambió un día de septiembre, cuando estaba regresando del instituto, después de una pelea. Mi padre apareció y me contó que soy una Sin corazón.
A partir de ahí, mi forma de ser calló como el domino, ficha a ficha, haciendo que cambie y que abra el corazón. Justo un 30 de septiembre, conocí a quien me robaría por primera vez, mi supuesto corazón.

domingo, 12 de agosto de 2012

Precisamente tú. Capítulo 5.


Capítulo 5.

Holaa a todos, siento haberlo subido tan tarde hoy, pero no había podido subirlo antes, ya que no había podido escribirlo. Sé que el cap es corto y no revela lo que pasa en la clase de Leslie, pero de verdad, no tengo tiempo y estoy muy cansada y con un calor horrible. Por favor dios, que llueva en Canarias! Bueno que os dejo el cap.
Bss

Borja:
Abro los ojos, el mismo ruido que el día anterior me despierta. Es horrible despertarse tan temprano, a mí me gusta dormir, y eso de que el instituto empiece a las ocho de la mañana hace que quiera matar a alguien.
Leslie se remueve a mi lado y yo alcanzo el móvil para pararlo, me levanto despacio de la cama y la miro. Tiene los ojos cerrados, pero sé que esta despierta. Realmente no tiene nada especial, no es muy guapa, ni tiene un cuerpo de escándalo, ni nada por el estilo, pero por alguna razón me siento bien con ella. Hace que sea feliz y lo único que quiero es que ella también lo esté. La conozco de un solo día, pero es la primera chica de mi edad que veo en toda mi vida… Y no sé por qué, pero me siento atraído hacia ella.
Le acaricio el pelo castaño y ella abre sus pequeños ojos marrones y me sonríe.
-¿Te piensas levantar?
-¿Sabes? Pongo el despertador una hora y cuarto antes para que me dé tiempo de levantarme sin prisas.-la miro con mala cara, ¿me hace levantarme quince minutos antes de la hora para nada? Pongo mis manos encima de su barriga y empiezo a hacerle cosquillas. Ella se ríe y le da patadas al aire, haciendo que yo también me ría por la manera en la cual se está comportando.-Para, para, por favor, Borja, ¡PARA!-yo sonrío, le doy un beso en la frente y me separo, levantándome de la cama para ir a mi habitación a vestirme. Entro en mi habitación y  abro el ropero, verdaderamente me compre muchísima ropa.
Cojo un pantalón pitillo gris, unas Vans rojas,  una camiseta blanca con dibujos negros y rojos y una sudadera negra con la palabra Vans en blanco, luego me echo perfume y desodorante y antes de salir de la habitación coloco las pulseras de mi muñeca.
Cuando llego a bajo veo que Leslie me tiene el desayuno hecho, un sándwich de jamón y queso, yo le sonrío.
-No te lo comas.-la miro levantando una ceja.-Es para el instituto.-entonces asiento y me acerco a la nevera, mirando a ver que puedo desayunar. Cojo un zumo y un donut de chocolate de los que le sobro a Leslie, me siento en la mesa y noto que Leslie me quiere decir algo, pero por alguna razón no la dice.
-¿Qué pasa?
-Me gustaría que hicieras algo por mí.-la miro a los ojos y por alguna razón sé lo que me va a pedir.
-No quieres que me…
-No es eso, es solo que no quiero que te traten mal.
-¿Sabes que no me importa, no?
-Por favor, todavía no, más adelante tal vez, pero no sabes cómo son conmigo.-se para y desvía la mirada.-No quiero que te traten mal o diferente porque seas mi hermano.
-Leslie…
-Por favor, puede ser estúpido pero… No quiero que ellos sepan algo tan importante, no aun. Quiero que sea nuestro pequeño secreto.-yo asiento. Si  ella me lo pide, le traigo hasta la luna, aunque supongo que suena un poco cursi, pero Leslie me saco del infierno que era mi vida, me dio una misión para la cual vivir. Me dio algo por lo que luchar, una familia, me dio amor, y me está dando todo lo que necesito sin pedirme nada a cambio.
-Lo haré, pero no me impidas cuidarte.-ella asiente con una sonrisa tímida y se levanta de la silla para dejar la taza en el fregadero. Justo en ese momento llega su madre y salimos de la casa, me monto en la parte de atrás y me bajo antes que Leslie. Bajo una cuesta, en la acera de enfrente está la amiga de Leslie, con la que la vi el otro día y me pregunto por qué ella no salió al rescate de mí pequeña comadreja. Ella observa como la miro, haciendo una revisión exhaustiva de mi cuerpo. Luego ve a mi pequeña y se pone a hablar con ella, Leslie me mira y sonríe levemente, de una manera casi imperceptible.
Camino detrás de ellas, con la mochila acuestas, mi paso es rápido y en seguida las cojo, paso por al lado de Leslie.
-¿Ese es nuevo?-oigo que le pregunta su amiga, ella se encoje de hombros y yo le roso la mano a conciencia, para luego seguir caminando con el mismo paso.-Esta todo patentorro.-no sé lo que significa eso último, pero luego se lo preguntaría.
Entro en el instituto, encontrándome a un montón de gente en la entrada. El instituto tiene un pequeño jardín a la entrada, es amarillo y grande, luego en el Hall, hay palmeras y dos pequeños estanques con animales, la gente está apoyada en las barrotes de los estanques o sentados en los pocos bancos que hay por ahí.
Hay muchas chicas por ahí, y ninguna se corta un pelo en la hora de mirarme el culo. Me acerco a secretaria.
-¿Perdone?-un hombre de pelo gris con canas blancas me mira, tiene un bigote y es bastante alto.-¿Dónde puedo encontrar a María, la tutora de 3ºC y profesora de Inglés?
-Aun no ha llagado, espera aquí un momento, seguro que… Mira, es esa.-miro a una mujer de unos cuarenta y cinco años, guapa y con un bolso en la mano, se acerca a la secretaria y yo la miro.
-Hola.-ella me mira con una sonrisa confundida.-Soy Borja Adams.
-Ah, eres el nuevo, ven conmigo, voy a buscar unas cosas y vamos a clase, ahora te toca conmigo.-firma un papel y me mira.-Le pides a alguien el horario, yo ahora te doy los libros, la agenda y te explico un poco.-yo asiento y la sigo, me lleva hasta donde ayer entendí que era el aula de idiomas, que está en la parte alta, en el lado oeste. Coge muchísimas cosas y me pide ayuda, yo asiento y cojo lo que me tiende. Luego bajamos a la parte de abajo y entra en lo sala de profesores que está al lado del recreo, el cual está en frente del hall. Me da mis libros, los cual meto en mi mochila. La sigo hasta secretaria nuevamente y coge la llave del salón de actos. Mira sus papeles y me mira.-Se me ha quedado un papel en la sala de profesores, ¿podrías ir a buscarlo mientras llamo a tus compañeros?-le extiendo los papeles y voy a por lo que me ha pedido. Llego, está encima de uno de los escritorios, cuando voy al salón de actos, veo que la puerta está cerrada y toco, entrando a uno de los lugares en que más tiempo pasaré de mi corta adolescencia.

domingo, 5 de agosto de 2012

Precisamente tú. Capítulo 4.


Capítulo 4.

Holaaa a todosss ;) Siento la tardanza, pero no me siento muy bien y me cuesta bastante ponerme a escribir, aquí os dejo un capítulo realmente malo ya que no sale nada interesante, pero ya en el siguiente: ¡BORJA VA A LA CLASE DE LESLIE! ¿Qué pasará? ¿Qué pensará la gente del chico nuevo que está realmente bueno? Pues ya la semana que viene (creo) os dejo el capítulo con todo eso. Ahora deciros 1º Alguna falta decidme lo, no lo he corregido, me duele mucho la cabeza así que.. y 2º cuando Leslie empiece a cantar, parad la música de arriba y dadle al play del vídeo.
Bss

Leslie:
Me tiene abrazada, y me resulta raro. Normalmente cuando lloro me dejan sola, no me molestan y si lo hacen es porque realmente estoy mal y no aguantan verme llorar más. Porque han pasado muchas horas.
Saco la cabeza de su pecho y le miro directamente a los ojos, tiene una expresión seria, de decisión. Como me gustaría saber en qué está pensando…
-¿Quieren comer o se van a quedar ahí toda la vida?-grita mi madre desde la planta baja, seguramente se habría dado cuenta de que mis sollozos ya habían desaparecido.
-¡Ya vamos!-me separo de él totalmente, le cojo de la mano y lo arrastro hasta la planta de abajo, donde ya tenemos los platos encima de la mesa con la comida en su interior.
-¿Estás bien?
-Sí, gracias mamá.-cojo el tenedor y el cuchillo, empezando a comer. Mi madre sonríe y abre la nevera, sacando dos Donetes de chocolate.
-A ver si así alegras algo la cara.-me da un beso en la coronilla y sale de la cocina. Miro a Borja que come en silencio y le sonrío, cuando pasamos un rato así, me acuerdo de algo.
-¿No tienes mucha ropa, verdad?-le pregunto.
-No, solo tengo un par de trapos.-le sonrío y cuando termino de comer, me levanto, dejo la loza en el fregadero y me acerco a mi madre que está acostada en el sillón, viendo la tele.
-Mamá, Borja no tiene ropa.-mi madre me mira con cara de sorpresa, recordando que no le había comprado nada al chico que tengo parado detrás.
-¡Lo siento! Se me había olvidado.-se levanta del sillón y se acerca a nosotros.-Leslie, te doy el dinero y tú vas a comprar con él todo lo necesario. No te olvides del material escolar, y mira los precios, no tenemos mucho.-yo asiento con la cabeza y recojo el dinero que me tiende. Cuatrocientos euros, los que no me da ni para mí, aunque supongo que son necesarios, él ni siquiera tiene un mísero par de playeras en condiciones.-Intenta gastar lo menos posible, ten cuidado y tenéis de 4 a 9 para comprar. Tú padre os lleva.
Yo asiento a todo lo que me dice y voy a mi habitación para ponerme algo más cómodo. Cojo mis Converse blancas, un pantalón corto naranja, y una camiseta blanca con plumas de colores dibujada.
Cuando bajo son las 3 y media, voy al baño, me peino; voy a la cocina, cojo una botella de agua y veo como Borja me sigue a todos lados.
-¿No serás una maniática de las compras, verdad? Dime que no… Que nunca he ido de compras, pero según las pelis, ir con una tía es lo último que tendrías que hacer.-suelto una carcajada y le miro.
-No, la verdad es que no me gusta mucho ir de compras. Pero aun así dudo que te aburras conmigo…-me sonríe y me deja seguir con lo mío. Cuando ya lo tengo todo, mi madre nos para y le tiende una Blackberry a Borja.
-No sé si te gusta este móvil o él de Leslie, pero la chica me dijo que para ti, es mejor este.-Borja sonríe y lo coge.
-No sé cómo se utiliza…
-Yo te enseño después, ahora vamos.-en ese momento oigo la pita del coche de mi padre, que ya ha sacado el vehículo del garaje y llega tarde a trabajar.
Nos montamos y partimos hacia el centro comercial que está de camino al trabajo de mi padre. Saco del salpicadero un disco y lo meto en el ranura, haciendo que empiece a sonar “Lost in Stereo” de All time low.
Mi padre me sonríe y sigue conduciendo, con mi madre no puedo poner música en inglés pero con él sí. Me tranquilizo y empiezo a cantar.
“Lost in the stereo, lost in the stereo
Lost in the stereo, los in the stereo
She work for the weekend
Mix tape of her favorite bands
Tearnin’up the radio
Lost in the stereo sound”
 Pasamos varios minutos así, hasta que llegamos al centro comercial, uno normalito, no como en el de las películas.
Le saco de la mano y lo arrastro dentro, con la música todavía en mi cabeza. Entremos a “Bershka” en la sección de chicos y dejo que él elija la ropa, notando que es bastante pijo para esto.
Coge un montón de conjuntos y se los lleva al probador, cogiendo pantalones ajustados, camisas sueltas, sudaderas, camisas no tan sueltas y que hacen que se le note su torso bien trabajado… Realmente coge de todo un poco.
Cuando ya ha acabado de coger toda la ropa que le gusta de ese lugar, va a la caja, cogiendo por el camino una camisa y un pantalón que me habían llamado la atención.
-¿Talla?
-No lo cojas.
-Oiga, señorita…-la dependienta se acerca, ilusionada porque él la ha llamado.
-¿Sí, guapo?
-¿Qué talla cree que llevará ella?
-Que no lo cojas, Borja, en serio.-la mujer me mira con cara de asco, pensando que él es mi novio.
-Una L y una 44 o 46.-miro a la mujer con cara de pocos amigos por haber hecho que me sienta mal. ¿¡TAN GORDA ME VEO!? Quepo en una M y en una 40 42… Aunque las camisas siempre las cojo un poco sueltas.
-La camisa coge la L, del pantalón la 42.-Borja sonríe, las coge y se va.-A mamá esto no le va a gustar.-le digo en un susurro para que la dependienta no me escuche.
-No se lo digas.-llegamos a la caja y pago. Vamos a más tiendas, teniendo un día bastante divertido, riéndonos de algunos de sus conjuntos, bailando en algunas tiendas…
Cenamos en el McDonald’s y nos vamos a casa con millones de cosas. Mañana, ya será un nuevo día, en el que Borja se tendrá que enfrentar a mi clase y en el cual tendrá que estrenar las cosas.

domingo, 22 de julio de 2012

Precisamente tú. Capítulo 3.


Capítulo 3.
Borja:


Hola a todoss!! Siento haber tardado tanto en subir, pero como algunos os habréis dado cuenta, cerré el blog, la razón fue que me van a publicar un libro, y me dijeron que no podía tenerlos en Internet, pero como no quería dejar de subir, pues aquí estoy, de nuevo, con un nuevo capítulo un poco corto, pero ya os recompensaré. Dentro de poco volveré con otro.
PD: los seguidores de Sin corazón, siento haber cerrado el blog, pero es que esa historia si que me haría ilusión publicarla, me he esforzado mucho con ella y no quiero dejarla solo aquí. Por cierto quien quiera saber del libro que voy a publicar que me avise.
Bss

Tengo a un hombre calvo delante de mí, me está enseñando el instituto, un lugar al que voy a tener que asistir todos los días de mi vida hasta que termine 2º de Bachiller y para eso la verdad es que queda bastante.
Es última hora según le entendí, aunque bien podría haber dicho que era primera que no me hubiera enterado, realmente no le hago ningún caso, ese sitio ni va ni me viene. Pasa por las clases y me va diciendo de qué es cada una, pero yo solo le miro y asiento, mi cabeza no está en ese lugar.
Vamos al ala este del instituto y veo como dos chicas salen de clase, una con la cabeza baja y la otra con una sonrisa en la cara. No me hubiera importado esa situación si no hubiera visto la cara de una de ellas. El corazón se me para al ver que en el pasillo que está  justo enfrente de mí, está Leslie conteniendo las lágrimas. Sus ojos brillan y su cara muestra una mueca afligida, la otra chica le dice algo y ella vuelve a girar la cabeza con una mueca de odio.
Quiero acercarme, estoy a tan solo unos pasos de ella, pero el hombre calvo que tengo delante hace que baje las escaleras que están a su lado. Ella no me ve porque la profesora sale.
Se mete en su despacho, donde está mi “nueva madre”, el hombre le cuenta cosas y ella asiente y sonríe, firma unos cuantos papeles, yo paso de ellos, estoy utilizando todas mis fuerzas para no levantarme de ahí e ir a buscarla para ver qué le pasa.
El tiempo corre y mi paciencia con él, miro la hora, las dos menos un minuto. El hombre se levanta, le tiende la mano a Leticia y luego me mira a mí y también me extiende la mano.
-Espero no verte por mi despacho y nos vemos mañana, un placer conocerte, chaval.-salgo del despacho con paso apresurado, pero me paro al escuchar un horrible sonido, es el timbre avisando de que las clases han acabado. Me meto por entre la gente que pasa, algunas chicas me miran, pero yo solo busco un rostro.
No encuentro el de ella, pero sí el de la chica que estaba con ella en la puerta. Ella me mira y esboza una sonrisa, no es para nada guapa, no es mi tipo, pero algo un poco desagradable se me está pasando por la cabeza. Si esa chica es la responsable del sufrimiento de Leslie, me las pagará.
Salgo de ese lugar y me monto en el coche que me está esperando, Leticia me mira con una sonrisa, la cual se le desaparece del rostro cuando Leslie entra en el coche con unas lágrimas deslizándose por sus mejillas.
-¿Cariño, qué te ha pasado?-yo me abstengo de la conversación, pero aprieto fuertemente los puños para no pegarle a alguien o a algo.
-Nada.-responde con la voz entrecortada y sorbiendo por la nariz. La miro por primera vez desde que a entrado al coche y veo que está temblando.
-¿Leslie, han abusado de ti?-Leslie la mira con una mueca, sin poder creer lo que su madre le está diciendo, realmente tengo ganas de matar a alguien.
-No, no, no, ¿qué dices?
-Leslie, dime la verdad y vamos ahora mismo a la policía.
-Que no mamá, que es culpa de Bárbara, es una idiota, yo…
-¿Qué te ha hecho?
-Nada, mamá, déjalo.-las lágrimas siguen saliendo y su cuerpo se convulsiona. Por una vez en mi vida siento unas ganas irrefutables de abrazarla y consolarla, de protegerla de todo mal.
Llegamos a casa y ni siquiera me da tiempo de agarrarle la mano, sube corriendo a su habitación y se encierra, sin comer, sin saludar, sin nada.
-¿Hemos vuelto al pasado?-me quedo mirando a su padre que mira con gesto ausente las escaleras por las cuales acaba de desaparecer su hija.
-¿A qué se refiere?-le pregunto al hombre de pelo gris.
-Cuando era pequeña siempre llegaba así, ¿pero qué ha pasado?
-Se han vuelto a meter con ella.-el padre asiente con una cara extraña. Yo dejo al matrimonio hablando y subo las escaleras, entrando en la habitación sin llamar.
-¡LÁRGATE! ¡QUIERO ESTAR SOLA!
-No, no lo haré, Leslie no estás sola.-me acerco con paso vacilante a la cama.-Ahora me tienes a mí, dime qué te pasa preciosa. Confía en mí, yo no te haré daño.-levanta la cara de la almohada y consigo ver su rostro, tiene las ojeras marcadas con un fuerte rojo, igual que su nariz, y no consigo reprimir una carcajada cuando hago una comparación con Rudolf, el reno.-¡Tu nariz!-suelto una carcajada y ella me tira la almohada.
-¡NO TE RÍAS DE MÍ!
-Es que…-vuelvo a soltar una carcajada.-Mírate en el espejo.-ella me mira mal pero me hace caso, se levanta y se mira en el espejo del ropero. Luego gira la cabeza y veo que tiene una expresión seria, la cual solo dura unos segundos porque se echa a reír.- ¡Pareces Rudolf!-ella suelta una fuerte carcajada al ver que tengo razón.
-No es justo que te rías así de mí.-replica cuando ha consigue parar la risa.
-Tú también te ríes.
-Cierto.-se acerca a la cama y se sienta, dedicándome una sonrisa.
-¿Qué te ha pasado, pequeña comadreja?
-¿Pequeña comadreja?-me mira extrañada pero con la sonrisa aun en sus labios.
-Sí, a partir de ahora eres mi pequeña comadreja.-me acerco a ella y le rebujo el pelo mientras me siento a su lado.-Cuéntame que te pasa.
-Cuén-ta-me, como te ha ido, si has conocido la felicidad, cuén-ta-me como te ha ido, en tu viajar, por este mundo de amor. Volverás dije aquel día, nada creías y tú te fuiste de mí…
-¡YA! No queremos quedarnos sin cristales.-sonríe y luego mira el piso.-Dime qué te pasa, y no cambies de tema ni busques una canción.
-Lo de siempre, la gente es idiota y como no tienen más cosas que hacer, se ponen a destruir sueños ajenos.
-¿Esa tía que estaba contigo en la puerta de tu clase, verdad?
-¿Cómo sabes eso?
-Te vi, estuve con un calvo que me estaba enseñando el instituto.
-Cuidado que ese calvo es el jefe de estudios.
-No creo que se entere de lo que le digo.
-Quien sabe…
-¿Y qué fue lo que te dijo?-pregunto volviendo al tema de verdadera importancia.
-De todo, monstruo, friki, estúpida, que nadie me quiere, que mis libros no sirven…
-¿Cómo se llama?
-Bárbara, es mi mayor enemiga, creo que nunca nadie me ha odiado tanto.
-Te odia porque te tiene envidia.
-Me odio porque no soy una puta.
-También.-le dedico una sonrisa y la abrazo, notando como sus lágrimas inundan mí camiseta.-Nunca más, nadie se meterá contigo, pequeña comadreja.

jueves, 24 de mayo de 2012

AVISOO! :(

Holaaa! Sé que el blog solo tiene 3 entradas y que está un poco mal, pero es que estoy de exámenes finales y necesito aprobar, solo tengo 14 años y tengo que ir bien en mis estudios, los cuales están bajando por tener tantas cosas en mente así que lo siento, pero tengo que estudiar. Así que lo dejare todo para concentrarme, no subiré ni esta historia ni la de "Sin corazón". Volveré el 3 de Julio a este blog y el 2 de Julio al de Sin corazón, si  veo que ya no tengo exámenes o que tengo tiempo para subir, os subiré capítulo, siento las molestias y espero que por favor no me dejéis de leer, esto no lo hago por gusto sino por necesidad. Si alguien quiere que le avise cuando vuelva que me lo diga que yo encantada lo hago. Espero que los que estáis estudiando tengáis buenos resultados y un buen verano.
Atentamente, la loca psicópata que escribe este blog xD
 (una bromita para que esto no sea tan duro para mí, 
que os voy a echar de menos) 

martes, 15 de mayo de 2012

Precisamente tú. Capítulo 2.


Capítulo 2.

Hello people, este capítulo no es muy bueno y es demasiado largo, pero como comprenderéis tenía que describir a muchísima gente, el siguiente será mejor o eso espero. Disfrutad y comentad. HE CORREGIDO EL CAPÍTULO PORQUE HABÍA ALGO QUE NO ENCAJABA (quien se lo haya leído que empiece desde el recreo)
Bss

Leslie:

I heard that you’re settled down,
That you found a girl and you’re married now,
I heard that your dreams came true,
Guess she gave you things I didn’t gave to you,
Old friend, why are you so shy?
Ain’t like you to hold back or hide from the light.

La canción de Adele, “Someone like you” hace que abra los ojos lentamente, estiro el brazo sin mirar y mi mano toca algo duro pero suave, recorro esa superficie lentamente y me encuentro con que cambia de textura y se eleva, rápidamente me giro y veo donde tengo la mano. Mi corazón da un vuelco y yo quito mi extremidad a toda velocidad. No me acordaba de él.
-No hace falta que la quites.-veo que tiene los ojos cerrados y una sonrisa en los labios, esta boca abajo y lo que mi mano había recorrido era su ancha y fornida espalda hasta llegar a…
-Lo siento.-salto por encima de él y paro la música del móvil, luego enciendo la luz y me acerco al ropero para elegir la ropa que voy a llevar a clase.
-¿A dónde vas a las…?-coge el móvil y se queda mirándolo sin saber qué hacer.
-Aprieta ese botón.-me obedece y abre los ojos de par en par al ver la hora.
-¿Son las siete de la mañana?
-Sí, tengo que ir a clase.
-Ni en el orfanato nos torturan de esa manera.
-Aquí sí.
-¿Yo también tengo que ir?
-De momento no, mi madre te llevara después para que te enseñen el instituto y para terminar un par de trámites.-suelta un gemido de dolor y se sienta en la cama, yo me voy al baño y me visto lentamente, no tengo maldita gana de ir a clase.- ¿Vienes a desayunar?-pregunto cuando entro en la habitación, él observa cómo me echo perfume, me pongo los pendientes, los zapatos, el desodorante y cojo mi mochila.
-Sí, ahora, primero voy a vestirme.-asiento y bajo las escaleras sin hacer ruido, dejo la mochila en la silla del ordenador y me voy hacia la cocina. Abro la nevera y miro con odio los paquetes de yogurt que sobresalen entre las demás cosas, cojo un zumo, lo dejo en la mesa, miro los yogures  y cojo uno de frambuesa y lo dejo junto al zumo para después coger un plátano, me siento en la mesa y de repente veo como Borja se para en la puerta de la cocina y me observa. Agarro el plátano y empiezo a comérmelo.
-¿Desayunas eso?
-Sí, intento adelgazar.
-Eso no es bueno, has ejercicio y come lo que quieras, es más o menos lo mismo.
-Nunca nadie va conmigo a hacer ejercicio.
-A partir de ahora me tienes a mí.-dice con una sonrisa encantadora.
-Gracias.
-No hay de qué.
-¿Me puedes dar una cuchara del primer cajón?-asiente, la coge y me la da.
-¿Qué hay para desayunar?
-Lo que quieras de la nevera.-saca un paquete de pan de molde, jamón y queso y se hace un sándwich. Yo termino de comer, dejo el zumo en el interior de la mochila y subo a lavarme los dientes. Oigo que mi madre llega y abre la puerta, bajo, acaricio la cabeza de mis dos perros, engancho mi maleta y salgo de mi casa.-Adiós, Borja.
-Espera, voy contigo.-sale de la cocina con la boca llena y salimos de la casa para montarnos en el coche.
-¿Qué tal tu primera noche, Borja?
-Bien y esto… siento mi comportamiento.-ella sonríe y me mira.
-No pasa nada.- mi madre conduce por las calles hasta llegar a la última cuesta del instituto, le digo a Borja que se agache y yo salgo del coche ya que Cassie, mi mejor amiga está ahí.
-Holaaaa, bichito.-saludo a  Cassie con una sonrisa ella me dedica una mirada asesina y se acerca lentamente a mí.
-¿Dónde demonios has estado?-tiene el pelo castaño, largo sus ojos son un poco más oscuros que el iris, es de piel blanca, pero en cuanto le da un poco el sol se queda morena, a diferencia de mí que me quedo roja, sus labios son finos y es más o menos de mi estatura, un poco más baja.
-En mi casa.
-¡Mentira! Fui a buscarte un par de veces y no venías a clase.
-Estuve yendo al médico, ¿te acuerdas de lo de los tobillos?
-Leslie, no me mientas.
-¡Es la verdad!
-De acuerdo, pero como me entere de que mientes no te vuelvo a hablar.
-¡Vale, mi capitán!
-¿No sería capitana?
-Bueno, sí, supongo.-le sonrío y entramos en el instituto, subimos a la planta alta y nos sentamos en el pasillo.
-Por cierto, en el recreo me voy al médico, me van a mirar que me están saliendo las muelas del juicio.
-¿Me vas a dejar sola?
-Sí-sonríe y yo pongo los ojos en blanco. Van llegando mis amigas poco a poco, preguntándome todas por mi ausencia de la última semana, yo les cuento la misma mentira que a Cassie, pero a diferencia de esta última, todas me creen.
Pasan las horas a gran velocidad, tener a Cassie al lado hace que el tiempo se pase muy deprisa y me divierta demasiado. Llega el recreo y cojo la mochila para salir al patio, Cassie se sienta a mi lado en las escaleras de las gradas hasta que un profesor venga a llamarla.

-Pues... Me levante a las dos, me puse a leer, baje a comer, vino mi hermano por la tarde, me echo otra de las charlas sobre no tener novio.-se para y su mirada se desvía, me giro y veo porque se ha parado. Dos chicos, bastante guapos entran por la puerta, uno de ellos ya lo había visto por ahí, pero al otro no, seguramente es nuevo.-Ven, te voy a presentar a unos amigos.-se levanta a gran velocidad y tira de mi mano para que vaya con ella, yo la miro con horror, ya que soy muy tímida y ella se ríe.
Hay dos chicos sentados en el piso con las espaldas pegadas a la pared, uno mira a Cassie y le sonríe, ella se sienta enfrente de este y tira de mi mano para que me siente enfrente de otro.
-Este es Tyler y este es Ángel.-primero señala al que está en frente de ella y luego al que está en frente de mí. El primero al que ha nombrado lo he visto varias veces por el instituto, es el típico niño creído por el que todas suspiran, su pelo es castaño, igual que los ojos, pero estos últimos son un poco más claros, es alto, atlético y guapo. El otro, Ángel, tiene el pelo negro unos ojos verdes muy claro, es de piel blanca, alto y también es atlético, pero Tyler un poco más.-Chicos, esta es Leslie, una amiga.-ellos sonríen y me saludan con un hola.
-¿Por qué no nos la habías presentado antes?-pregunta Ángel mirándome a los ojos, yo le sonrío, creo que un poco embobada.
-Porque la muy zorra no había venido a clase.
-¿Por qué?-me pregunta esta vez a mí.
-Tengo problemas en los tobillos.
-Mentira.-Cassie me mira con los ojos entrecerrados y yo le devuelvo la mirada.
-La tuya.
-Sí, claro, te conozco, y te lo voy a sacar, vas a ver.
-Sigue soñando.
-¡Lo ves! Me ocultas algo…
-Lo digo porque te estás montando una película.
-Sí, sí.-hace una mueca rara y yo me río, me hago hacia atrás y le doy a un chico de un curso superior al mío, le pido perdón y él me mira de una manera un tanto despectiva.
-Mira lo que haces, gorda.-y ahí otra vez, un comentario sobre mi físico. Miro hacia otro lado y Ángel se levanta.
-Pídele perdón.
-¿Por qué tu lo digas?
-No, porque lo digo yo.-Tyler se levanta y al otro chico le cambia la cara.
-Lo siento, no fue culpa tuya.-lo dice todo muy rápido y sale corriendo, los dos que me han defendido me miran y yo les sonrío.
-Muchas gracias, pero no hacía falta, ya estoy algo acostumbrada.
-Nunca te acostumbres a oír cosas malas, no te lo mereces-Ángel se sienta y Tyler mira a un grupo de chicas y luego a nosotros.
-Bueno, me voy, mi novia me espera, vamos Ángel.-justo cuando se va a levantar un profesor de gris se acerca, es el de educación física y mira a Cassie.
-Vinieron a buscarte.
-Adiós, bichito.
-Chao, Pinfloy, adiós chicos.
-¿Pinfloy? ¿Eso no es o era un grupo de música?
-Ni idea.-Cassie me mira y sonríe.-Siempre nos inventamos apodos, no me extraña que lo haya escuchado.-se despide con la mano y se va.
-¿Quieres que me quede contigo?
-No hace falta, no quiero molestar.
-No molestas, si lo hago es porque quiero.
-Pues si quieres.-él me sonríe y mira a Tyler.
-Ty, tío, me quedo con ella.
-Pues como quieras.-le pasa la mano por encima de los hombros a una chica y se va. Yo me pongo a uno de él, apoyando la espalda en la pared y cojo mi mochila y abro el bolsillo pequeño, encontrándome un sándwich que yo no había puesto ahí. Le quito el papel y me encuentro con una nota.
Come, ya lo adelgazaras esta tarde, vamos a correr, vas a ver como en poco tiempo serás la envidia de todos.
Borja.
-¿Qué es esa  nota?
-Nada, mi madre diciendo que me coma el sándwich.
-¿No comes?
-Intento adelgazar.
-Eso es malo.
-Sí, lo sé pero no sé qué hacer.
-¿Deporte?
-Empiezo hoy.-abro el sándwich y lo extiendo para ver si Ángel quiere, él coge un trocito y yo empiezo a comérmelo.- ¿De qué conoces a Cassie?
-De cuando vivía en el norte, íbamos al mismo instituto y siempre ha sido mi mejor amiga.
-¿Y qué haces ahora aquí?
-Mis padres se mudaron al sur y bueno aquí estoy.
-¿Y conocías antes a Tyler?
-¿Estoy en un examen?
-No…-suelto una carcajada y él me dedica una sonrisa muy dulce.-Solo es curiosidad.
-Yo también tengo curiosidad.
-¿Por qué?
-No sé, cuéntame cosas.
-Antes contesta…
-Sí, de los campamentos de verano, siempre íbamos al mismo.-asiento y empezamos a hablar de mi vida y de la suya. Cuando me doy cuenta ya ha tocado el timbre y me tengo que ir.-Adiós.
-Chao, ya hablamos.
-Eso espero.-sonríe, me da un beso en la mejilla y se va.
Pienso en que me toca a hora y caigo, educación física, que asco.
Pasan dos horas, la de educación física y la de geografía y estoy sentada en mi sitio. No sé donde están mis amigos, estoy ocupada guardando las cosas, cuando de la nada aparece un bolígrafo, el cual me da de lleno en la frente, haciendo que el dolor de cabeza que tengo se multiplique, me levanto realmente enfadada y veo al culpable. Leonard, un chico de ojos verdes, piel morena y algo bipolar. Me acerco a él con paso decidido y él empieza a correr. Mi fama en el instituto: Mejor no te metas con ella.
-Lo siento, de verdad solo se lo iba a pasar, Leslie, en serio, lo siento.
-¡¿PERO TU ERES IDIOTA O TE LO HACES?!
-¡Que lo siento, joder!
-Espera a que te coja…-en ese momento me paro, veo como Bárbara la estúpida de turno y mi mayor enemiga me imita y se ríe de mí.- ¡Tú gilipollas! ¡¿QUÉ COÑO HACES?!
-A mí te me relajas.-como si le hubieran dado cuerda se acerca a mí rápidamente con cara de enfado. Realmente es fea, es de mi estatura, de piel morena, pelo negro, ojos marrones y saltones, será delgada, pero joder, he visto monos más guapos.
-Cállate, ¿Qué te crees muy guay por imitar a los demás? Pues no, solo eres una niñata estúpida que se cree popular y no lo es.
-Mira quien fue a hablar, la friki, que se cree mucho por escribir y eso no es nada, solo una estupidez, crees que algún día vas a llegar a algo con eso y no es verdad, no digo que escribas mal, pero es la verdad.
-¡Con eso no te permito que te metas! Algún día te tragaras tus palabras…-le dije acercándome a ella. En ese momento se acerca Mónica, una de sus amigas y me pone una mano en el hombro.
-Apártate de ella, que haya aire.
-¡No me toques!
-Eres un monstruo, nadie te quiere, una estúpida a la cual todos los tíos le tienen miedo, solo te aguanta Joe y porque es tu amigo. Eres una estúpida friki.-gira sobre sus talones y se va, dejándome a mí con las lágrimas a punto de salir, se metió con mi sueño y con mi forma de ser, lo peor que pueden hacer conmigo es eso.
-Muy bien, Bárbara, la dejaste de piedra.-todas sus amigas se ríen.
-¡¿DE VERDAD QUIERES QUE SIGAMOS?! ¡CALLAOS DE UNA PUTA VEZ!
-Leslie, sal de clase.-la profesora de matemáticas me mira y espera que salga.-Bárbara tú también.
-¿Por qué?
-Sal, no me hagas enfadar.-salimos las dos fuera mientras la profesora pone orden en la clase. Bárbara se gira y me mira con una sonrisa.
-Lo siento.-suelta una carcajada.-No tendría que meterme con tu sueño.-su tono falso y su sonrisa me hacen querer cogerla del cuello y matarla. Por su culpa me siento como una mierda, por su culpa me sacan por primera vez de clase. ¿Pero lo que más me duele? Que ha ella le hayan defendido y a mí me hayan ignorado.