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miércoles, 15 de agosto de 2012

NO ES UN CAPÍTULO, ES UNA PREGUNTA! :D

Bueno, hola a todos, quería haceros una pregunta, porque a ver, tengo otra historia Sin corazón, pero su actual prólogo no me convence, entonces cree otro, y me gustaría que leyerais los dos prólogos y dierais vuestra opinión, un beso y gracias. 
Actual prólogo: 

Nunca he sido igual que las demás, solo he sido un bicho raro, o puede que ni siquiera eso, no sé si en ese grupo me aceptarían, solo sé, que he estado sola. Jamás me han dado la oportunidad de estar en un grupo, siempre me han excluido sin apenas conocerme, no se cual es el significado de la amistad y mucho menos sé el del amor. Soy rara, lo admito, pero solo por el exterior,  que me guste vestir de negro y ocultarle mi rostro a la gente no significa que me tengan que marginar ¿o sí? Ya sé, puede que de miedo, ¿pero nunca se han parado a pensar que realmente solamente lo hago por… miedo? Vale, vale, no tiene mucho sentido, si ellos me tienen miedo a mí, ¿por qué les tengo miedo yo a ellos? Esa es la pregunta que pasa por tu mente ¿verdad? Pues fácil, se puede decir que ellos son una especie totalmente ajena a mí, aunque científicamente seamos la misma.
Me llamo Beatriz, tengo quince años, mi pelo es largo, ondulado y negro, mis ojos azul claro, con unas motitas plateadas, para mi gusto son mi punto débil, me gustan, pero siento que cualquiera que me miré a los ojos ve mi alma, y eso, lo odio, no quiero que vean que soy demasiado tímida y miedosa. Mi nariz es recta y mis labios finos y rojos, que destacan demasiado con mi piel blanca. Soy alta y tengo una buena figura que siempre está tapada con alguna chaqueta holgada, aunque eso es solo para la parte de arriba, porque para la parte de abajo siempre utilizo o vaqueros muy ajustados o pantis con unas botas de militar. Como he dicho antes todo, absolutamente todo, es negro.
Vivo sola con mi madre, mi padre es un cretino que la abandono. Nunca lo llegué a conocer, y creo que es mejor así, de este modo no tengo que sufrir por él. ¿Sabéis? Creo que mi vida es una mierda por su culpa, mi madre no es de las que van llorando por las esquinas porque su marido la dejó, aunque tampoco la culparía por ser así. Mi madre es muy fuerte y siempre tiene una sonrisa para reconfortarme aunque realmente yo nunca la he necesitado. Ella solo me tiene a mí y yo, solo la tengo a ella.
¿Sabéis cual es mi mayor secreto? No tengo pulso, jamás, nadie me lo ha encontrado, pero supongo que eso es imposible, ya que si no estaría muerta. Mi madre lo único que dice al respecto es que los médicos son unos incompetentes, aunque yo creo que ella intenta ocultarme algo. ¿El qué? No lo sé, vete tú a saber si son solo paranoias mías. Aunque la verdad es que tengo razones para pensarlo, ya que siempre que saco el tema ella se pone muy, pero que muy nerviosa. ¿Será que lo heredé de mi padre?
Bueno empieza mi historia, una que puede que te lleve a un mundo extraño, aunque puede que no te lleve a ningún sitio. 
Nuevo prólogo:
Muchas veces pensamos que tenemos la vida hecha, que no va a pasar nada improvisado, que simplemente pasará lo que nosotros deseamos, lo que le pasa a todos. Que tendremos una vida monótona y sin emociones fuertes. Pero no siempre es así, no siempre todo es lo que soñamos algún día. A lo mejor la vida quiere darte una sorpresa, que mires lo que haces, que protejas lo que tienes, que no te asientes y pienses que todo te va a llegar por la más mínima cosa que hagas… La vida, simplemente te cambia la monotonía cuando menos te lo esperas.
Me llamo Beatriz y siempre pensé que mi vida iba a desarrollarse entre estudios, odio y soledad, que a la única persona que tendría como compañía sería a mi madre Keila. Que lo único que haría cada mañana al despertar sería ir al instituto y soportar a todos esos adolescentes con las hormonas revolucionadas y con ganas de pelea o fiesta, y que cuando el instituto y la universidad terminasen, solo iría a trabajar para mantener a una madre que me lo ha dado todo sin ella tener nada. Supongo que por conformarme y no hacer absolutamente nada, sino satisfaciéndome con solo poder respirar cada día. La vida, me cambió.
La única cosa que supongo que siempre he sabido con certeza es que mi corazón, nunca empezó a latir. Supongo que cuando naces con algo, que a los demás le parece insólito, increíble, o estúpido, tú simplemente lo ocultas y en algún momento del trayecto que es la vida, se te olvida. Nadie nunca me encontró el pulso, nadie nunca vio mi corazón palpitar, todos me dijeron que mi corazón estaba helado y simplemente me hice a la idea y me olvide de eso.
El médico, no le encontró sentido, mi madre, no quería hablar del tema y yo, sin saber qué hacer, me aislé de todos, obviando que el ser humano necesita cariño. Me convertí en la niña de hielo, la cual todos huyen, me convertí en alguien sarcástico, quien nunca mira a los ojos. Me convertí en alguien a quien todos temen.
Tengo quince años, mis ojos son del color del hielo a la luz del sol y de un azul claro con motitas plateadas en la oscuridad. No dejo que nadie los vea, solo mi madre y algún que otro profesor, no quiero que vean mi alma, no quiero que vean que estoy rota por haber crecido solo con mi madre, la cual amo más que a nada, ya que es la única que realmente conoce mi lado “amable”. Tengo el pelo negro y ondulado, la piel blanca como la nieve y los labios rojos como el fuego. Visto de negro y soy lo que todo el mundo conoce como gótica.
Ahora, os digo algo. Mi existencia cambió un día de septiembre, cuando estaba regresando del instituto, después de una pelea. Mi padre apareció y me contó que soy una Sin corazón.
A partir de ahí, mi forma de ser calló como el domino, ficha a ficha, haciendo que cambie y que abra el corazón. Justo un 30 de septiembre, conocí a quien me robaría por primera vez, mi supuesto corazón.

domingo, 12 de agosto de 2012

Precisamente tú. Capítulo 5.


Capítulo 5.

Holaa a todos, siento haberlo subido tan tarde hoy, pero no había podido subirlo antes, ya que no había podido escribirlo. Sé que el cap es corto y no revela lo que pasa en la clase de Leslie, pero de verdad, no tengo tiempo y estoy muy cansada y con un calor horrible. Por favor dios, que llueva en Canarias! Bueno que os dejo el cap.
Bss

Borja:
Abro los ojos, el mismo ruido que el día anterior me despierta. Es horrible despertarse tan temprano, a mí me gusta dormir, y eso de que el instituto empiece a las ocho de la mañana hace que quiera matar a alguien.
Leslie se remueve a mi lado y yo alcanzo el móvil para pararlo, me levanto despacio de la cama y la miro. Tiene los ojos cerrados, pero sé que esta despierta. Realmente no tiene nada especial, no es muy guapa, ni tiene un cuerpo de escándalo, ni nada por el estilo, pero por alguna razón me siento bien con ella. Hace que sea feliz y lo único que quiero es que ella también lo esté. La conozco de un solo día, pero es la primera chica de mi edad que veo en toda mi vida… Y no sé por qué, pero me siento atraído hacia ella.
Le acaricio el pelo castaño y ella abre sus pequeños ojos marrones y me sonríe.
-¿Te piensas levantar?
-¿Sabes? Pongo el despertador una hora y cuarto antes para que me dé tiempo de levantarme sin prisas.-la miro con mala cara, ¿me hace levantarme quince minutos antes de la hora para nada? Pongo mis manos encima de su barriga y empiezo a hacerle cosquillas. Ella se ríe y le da patadas al aire, haciendo que yo también me ría por la manera en la cual se está comportando.-Para, para, por favor, Borja, ¡PARA!-yo sonrío, le doy un beso en la frente y me separo, levantándome de la cama para ir a mi habitación a vestirme. Entro en mi habitación y  abro el ropero, verdaderamente me compre muchísima ropa.
Cojo un pantalón pitillo gris, unas Vans rojas,  una camiseta blanca con dibujos negros y rojos y una sudadera negra con la palabra Vans en blanco, luego me echo perfume y desodorante y antes de salir de la habitación coloco las pulseras de mi muñeca.
Cuando llego a bajo veo que Leslie me tiene el desayuno hecho, un sándwich de jamón y queso, yo le sonrío.
-No te lo comas.-la miro levantando una ceja.-Es para el instituto.-entonces asiento y me acerco a la nevera, mirando a ver que puedo desayunar. Cojo un zumo y un donut de chocolate de los que le sobro a Leslie, me siento en la mesa y noto que Leslie me quiere decir algo, pero por alguna razón no la dice.
-¿Qué pasa?
-Me gustaría que hicieras algo por mí.-la miro a los ojos y por alguna razón sé lo que me va a pedir.
-No quieres que me…
-No es eso, es solo que no quiero que te traten mal.
-¿Sabes que no me importa, no?
-Por favor, todavía no, más adelante tal vez, pero no sabes cómo son conmigo.-se para y desvía la mirada.-No quiero que te traten mal o diferente porque seas mi hermano.
-Leslie…
-Por favor, puede ser estúpido pero… No quiero que ellos sepan algo tan importante, no aun. Quiero que sea nuestro pequeño secreto.-yo asiento. Si  ella me lo pide, le traigo hasta la luna, aunque supongo que suena un poco cursi, pero Leslie me saco del infierno que era mi vida, me dio una misión para la cual vivir. Me dio algo por lo que luchar, una familia, me dio amor, y me está dando todo lo que necesito sin pedirme nada a cambio.
-Lo haré, pero no me impidas cuidarte.-ella asiente con una sonrisa tímida y se levanta de la silla para dejar la taza en el fregadero. Justo en ese momento llega su madre y salimos de la casa, me monto en la parte de atrás y me bajo antes que Leslie. Bajo una cuesta, en la acera de enfrente está la amiga de Leslie, con la que la vi el otro día y me pregunto por qué ella no salió al rescate de mí pequeña comadreja. Ella observa como la miro, haciendo una revisión exhaustiva de mi cuerpo. Luego ve a mi pequeña y se pone a hablar con ella, Leslie me mira y sonríe levemente, de una manera casi imperceptible.
Camino detrás de ellas, con la mochila acuestas, mi paso es rápido y en seguida las cojo, paso por al lado de Leslie.
-¿Ese es nuevo?-oigo que le pregunta su amiga, ella se encoje de hombros y yo le roso la mano a conciencia, para luego seguir caminando con el mismo paso.-Esta todo patentorro.-no sé lo que significa eso último, pero luego se lo preguntaría.
Entro en el instituto, encontrándome a un montón de gente en la entrada. El instituto tiene un pequeño jardín a la entrada, es amarillo y grande, luego en el Hall, hay palmeras y dos pequeños estanques con animales, la gente está apoyada en las barrotes de los estanques o sentados en los pocos bancos que hay por ahí.
Hay muchas chicas por ahí, y ninguna se corta un pelo en la hora de mirarme el culo. Me acerco a secretaria.
-¿Perdone?-un hombre de pelo gris con canas blancas me mira, tiene un bigote y es bastante alto.-¿Dónde puedo encontrar a María, la tutora de 3ºC y profesora de Inglés?
-Aun no ha llagado, espera aquí un momento, seguro que… Mira, es esa.-miro a una mujer de unos cuarenta y cinco años, guapa y con un bolso en la mano, se acerca a la secretaria y yo la miro.
-Hola.-ella me mira con una sonrisa confundida.-Soy Borja Adams.
-Ah, eres el nuevo, ven conmigo, voy a buscar unas cosas y vamos a clase, ahora te toca conmigo.-firma un papel y me mira.-Le pides a alguien el horario, yo ahora te doy los libros, la agenda y te explico un poco.-yo asiento y la sigo, me lleva hasta donde ayer entendí que era el aula de idiomas, que está en la parte alta, en el lado oeste. Coge muchísimas cosas y me pide ayuda, yo asiento y cojo lo que me tiende. Luego bajamos a la parte de abajo y entra en lo sala de profesores que está al lado del recreo, el cual está en frente del hall. Me da mis libros, los cual meto en mi mochila. La sigo hasta secretaria nuevamente y coge la llave del salón de actos. Mira sus papeles y me mira.-Se me ha quedado un papel en la sala de profesores, ¿podrías ir a buscarlo mientras llamo a tus compañeros?-le extiendo los papeles y voy a por lo que me ha pedido. Llego, está encima de uno de los escritorios, cuando voy al salón de actos, veo que la puerta está cerrada y toco, entrando a uno de los lugares en que más tiempo pasaré de mi corta adolescencia.

domingo, 5 de agosto de 2012

Precisamente tú. Capítulo 4.


Capítulo 4.

Holaaa a todosss ;) Siento la tardanza, pero no me siento muy bien y me cuesta bastante ponerme a escribir, aquí os dejo un capítulo realmente malo ya que no sale nada interesante, pero ya en el siguiente: ¡BORJA VA A LA CLASE DE LESLIE! ¿Qué pasará? ¿Qué pensará la gente del chico nuevo que está realmente bueno? Pues ya la semana que viene (creo) os dejo el capítulo con todo eso. Ahora deciros 1º Alguna falta decidme lo, no lo he corregido, me duele mucho la cabeza así que.. y 2º cuando Leslie empiece a cantar, parad la música de arriba y dadle al play del vídeo.
Bss

Leslie:
Me tiene abrazada, y me resulta raro. Normalmente cuando lloro me dejan sola, no me molestan y si lo hacen es porque realmente estoy mal y no aguantan verme llorar más. Porque han pasado muchas horas.
Saco la cabeza de su pecho y le miro directamente a los ojos, tiene una expresión seria, de decisión. Como me gustaría saber en qué está pensando…
-¿Quieren comer o se van a quedar ahí toda la vida?-grita mi madre desde la planta baja, seguramente se habría dado cuenta de que mis sollozos ya habían desaparecido.
-¡Ya vamos!-me separo de él totalmente, le cojo de la mano y lo arrastro hasta la planta de abajo, donde ya tenemos los platos encima de la mesa con la comida en su interior.
-¿Estás bien?
-Sí, gracias mamá.-cojo el tenedor y el cuchillo, empezando a comer. Mi madre sonríe y abre la nevera, sacando dos Donetes de chocolate.
-A ver si así alegras algo la cara.-me da un beso en la coronilla y sale de la cocina. Miro a Borja que come en silencio y le sonrío, cuando pasamos un rato así, me acuerdo de algo.
-¿No tienes mucha ropa, verdad?-le pregunto.
-No, solo tengo un par de trapos.-le sonrío y cuando termino de comer, me levanto, dejo la loza en el fregadero y me acerco a mi madre que está acostada en el sillón, viendo la tele.
-Mamá, Borja no tiene ropa.-mi madre me mira con cara de sorpresa, recordando que no le había comprado nada al chico que tengo parado detrás.
-¡Lo siento! Se me había olvidado.-se levanta del sillón y se acerca a nosotros.-Leslie, te doy el dinero y tú vas a comprar con él todo lo necesario. No te olvides del material escolar, y mira los precios, no tenemos mucho.-yo asiento con la cabeza y recojo el dinero que me tiende. Cuatrocientos euros, los que no me da ni para mí, aunque supongo que son necesarios, él ni siquiera tiene un mísero par de playeras en condiciones.-Intenta gastar lo menos posible, ten cuidado y tenéis de 4 a 9 para comprar. Tú padre os lleva.
Yo asiento a todo lo que me dice y voy a mi habitación para ponerme algo más cómodo. Cojo mis Converse blancas, un pantalón corto naranja, y una camiseta blanca con plumas de colores dibujada.
Cuando bajo son las 3 y media, voy al baño, me peino; voy a la cocina, cojo una botella de agua y veo como Borja me sigue a todos lados.
-¿No serás una maniática de las compras, verdad? Dime que no… Que nunca he ido de compras, pero según las pelis, ir con una tía es lo último que tendrías que hacer.-suelto una carcajada y le miro.
-No, la verdad es que no me gusta mucho ir de compras. Pero aun así dudo que te aburras conmigo…-me sonríe y me deja seguir con lo mío. Cuando ya lo tengo todo, mi madre nos para y le tiende una Blackberry a Borja.
-No sé si te gusta este móvil o él de Leslie, pero la chica me dijo que para ti, es mejor este.-Borja sonríe y lo coge.
-No sé cómo se utiliza…
-Yo te enseño después, ahora vamos.-en ese momento oigo la pita del coche de mi padre, que ya ha sacado el vehículo del garaje y llega tarde a trabajar.
Nos montamos y partimos hacia el centro comercial que está de camino al trabajo de mi padre. Saco del salpicadero un disco y lo meto en el ranura, haciendo que empiece a sonar “Lost in Stereo” de All time low.
Mi padre me sonríe y sigue conduciendo, con mi madre no puedo poner música en inglés pero con él sí. Me tranquilizo y empiezo a cantar.
“Lost in the stereo, lost in the stereo
Lost in the stereo, los in the stereo
She work for the weekend
Mix tape of her favorite bands
Tearnin’up the radio
Lost in the stereo sound”
 Pasamos varios minutos así, hasta que llegamos al centro comercial, uno normalito, no como en el de las películas.
Le saco de la mano y lo arrastro dentro, con la música todavía en mi cabeza. Entremos a “Bershka” en la sección de chicos y dejo que él elija la ropa, notando que es bastante pijo para esto.
Coge un montón de conjuntos y se los lleva al probador, cogiendo pantalones ajustados, camisas sueltas, sudaderas, camisas no tan sueltas y que hacen que se le note su torso bien trabajado… Realmente coge de todo un poco.
Cuando ya ha acabado de coger toda la ropa que le gusta de ese lugar, va a la caja, cogiendo por el camino una camisa y un pantalón que me habían llamado la atención.
-¿Talla?
-No lo cojas.
-Oiga, señorita…-la dependienta se acerca, ilusionada porque él la ha llamado.
-¿Sí, guapo?
-¿Qué talla cree que llevará ella?
-Que no lo cojas, Borja, en serio.-la mujer me mira con cara de asco, pensando que él es mi novio.
-Una L y una 44 o 46.-miro a la mujer con cara de pocos amigos por haber hecho que me sienta mal. ¿¡TAN GORDA ME VEO!? Quepo en una M y en una 40 42… Aunque las camisas siempre las cojo un poco sueltas.
-La camisa coge la L, del pantalón la 42.-Borja sonríe, las coge y se va.-A mamá esto no le va a gustar.-le digo en un susurro para que la dependienta no me escuche.
-No se lo digas.-llegamos a la caja y pago. Vamos a más tiendas, teniendo un día bastante divertido, riéndonos de algunos de sus conjuntos, bailando en algunas tiendas…
Cenamos en el McDonald’s y nos vamos a casa con millones de cosas. Mañana, ya será un nuevo día, en el que Borja se tendrá que enfrentar a mi clase y en el cual tendrá que estrenar las cosas.